Además de dolor de cabeza, cualquiera de nosotros puede desarrollar dolor facial. Comprenderemos como dolor facial aquel que se encuentra en nuestro rostro y el limbo del rostro que conecta con nuestra bóveda craneana.
Algunos dolores de cabeza pueden irradiarse o viajar hacia la cara y viceversa.
Los dolores de cara / rostro / faciales pueden tener un origen no “neurológico”, pero abusando del sistema neurológico complejo e interconectado de la cabeza y el cuello, el dolor puede ser severo.
Es importante que como paciente, logres describir a tu doctor los síntomas de manera detallada pues el dolor facial, como ya mencionamos antes, puede tener varias causas, y por la compleja conexión neuronal existente en la cabeza, su diagnóstico puede ser confuso o complicado.
Una causa común puede ser una neuralgia pura. Irritación del nervio o excitación exagerada del nervio por sobre estimulación o infección previa, dejando al nervio sensible, disparando impulsos constantes de dolor.
Otra causa, aunque menos común puede ser compresión por tumores, tejido inflamatorio o tejido vascular anormal.
Una de las causas comunes en la práctica, aunque no reportada o registrada frecuentemente son los problemas odontológicos. Estos problemas suelen ser derivados de todas las subespecialidades de la odontología, incluyendo ortodoncia (problemas de mala oclusión), endodoncia (caries) o aquellos relacionado a encías enfermas*. Todo dolor facial debe ser protocolizado de manera completa, con una valoración odontológica precisa y en ocasiones minuciosa. Trastornos del sueño como el bruxismo pueden ser un síntoma heráldico de dichas enfermedades.
En algunas ocasiones, el dolor de mandíbula puede ser el único síntoma. Y aunque de presentación atípica, cuando está relacionado este dolor con el ejercicio o el estrés, puede ser el primer síntomas de un infarto.
“Permite que tu cuerpo evite la incomodidad (si es que puede), y si es que la siente, dilo” Mediaciones de Marco Aurelio.
-Dr. Abel Rodriguez