Dra. Vanessa Riojas – Médico de primer contacto
La enfermedad vascular periférica (EVP) es una afección que afecta a los vasos sanguíneos fuera del corazón y el cerebro. Incluye una variedad de trastornos que afectan el flujo sanguíneo hacia las extremidades, como las piernas y los brazos. En este blog, explicaremos los diversos aspectos de la enfermedad vascular periférica, incluyendo su definición, causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención.
¿Qué es la enfermedad vascular periférica (EVP)?
La enfermedad vascular periférica se refiere a un grupo de trastornos que afectan a los vasos sanguíneos fuera del corazón y el cerebro. Normalmente involucra el estrechamiento u obstrucción de las arterias o venas debido a la acumulación de depósitos grasos, conocidos como aterosclerosis. La EVP puede afectar el flujo sanguíneo hacia las piernas, brazos y otras áreas periféricas del cuerpo.
Causas de la enfermedad vascular periférica:
Varios factores contribuyen al desarrollo de la enfermedad vascular periférica:
- Aterosclerosis: La causa más común, donde la acumulación de placa estrecha y bloquea las arterias, reduciendo el flujo sanguíneo.
- Diabetes: Niveles altos de glucosa en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de EVP.
- Tabaquismo: El uso del tabaco es un factor de riesgo importante para la EVP, ya que daña los vasos sanguíneos.
- Hipertensión: La presión arterial no controlada puede llevar a daño vascular.
- Colesterol alto: Niveles elevados de colesterol pueden promover la formación de placas en las arterias.
- Antecedentes familiares: Una predisposición genética puede aumentar la probabilidad de desarrollar EVP.
- ocupaciones que exigen mucho tiempo estando de pie.
Síntomas de la enfermedad vascular periférica:
Los síntomas de la enfermedad vascular periférica pueden variar según la ubicación y gravedad de la obstrucción. Los síntomas comunes incluyen:
- Dolor o calambres en las piernas, especialmente durante la actividad física (claudicación intermitente).
- Entumecimiento, comezón o debilidad en las piernas.
- Extremidades frías o pálidas.
- Úlceras o heridas que no cicatrizan.
- Cambios en el color o textura de la piel.
- Disfunción eréctil en hombres.
- edema de piernas
Diagnóstico de la enfermedad vascular periférica:
El diagnóstico de la enfermedad vascular periférica generalmente implica una combinación de historia médica, examen físico y pruebas diagnósticas, que pueden incluir:
- Índice Tobillo-Brazo (ITB): Una prueba simple que compara la presión arterial en el tobillo y el brazo para evaluar el flujo sanguíneo.
- Ecografía Doppler: Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes del flujo sanguíneo en la zona afectada.
- Angiografía: Se inyecta un tinte de contraste en los vasos sanguíneos, y se utilizan radiografías para visualizar el flujo sanguíneo.
- Angiografía por Tomografía Computarizada (ATC) o Angiografía por Resonancia Magnética (ARM): Técnicas avanzadas de imágenes para evaluar los vasos sanguíneos.
Tratamiento de la enfermedad vascular periférica:
El tratamiento de la enfermedad vascular periférica tiene como objetivo controlar los síntomas, ralentizar la progresión de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
- Modificaciones en el estilo de vida: Dejar de fumar, controlar la diabetes y adoptar una dieta saludable para el corazón.
- Medicamentos: Recetados para controlar la presión arterial, reducir el colesterol y prevenir coágulos sanguíneos.
- Terapia de ejercicio: Un programa de ejercicios estructurado para mejorar la circulación y reducir los síntomas.
- Procedimientos endovasculares: Procedimientos mínimamente invasivos, como la angioplastia y la colocación de stents, para abrir las arterias estrechas.
- Cirugía: En casos graves, puede ser necesaria una cirugía de derivación para redirigir el flujo sanguíneo alrededor de las arterias obstruidas.
Prevención:
La prevención de la EVP implica abordar los factores de riesgo y adoptar un estilo de vida saludable. Las medidas preventivas clave incluyen:
- Cesación del tabaquismo.
- Revisión anual con estudios de laboratorio para descartar: diabetes, hipertensión y colesterol elevado o triglicéridos.
- En pacientes diagnosticados, adecuado control de la diabetes e hipertensión arterial alta.
- Mantenimiento de una dieta equilibrada baja en grasas saturadas y colesterol.
- Actividad física regular.
- Mantenimiento de un peso saludable, disminución de grasa corporal y aumento de músculo.
La enfermedad vascular periférica es una afección común que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Comprender sus causas, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento es esencial tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. Al abordar los factores de riesgo y buscar atención médica oportuna, las personas pueden manejar eficazmente la EVP y reducir el riesgo de complicaciones, lo que finalmente conduce a una mejor salud vascular y una mejor calidad de vida.
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