Mi nombre es Paola Fernández, tengo 25 años y soy Médico Interno de Pregrado, de la Universidad La Salle. Durante este año de internado, tuve la oportunidad de realizar una rotación con el Doctor Raúl Rincón, Neurocirujano y cirujano de columna, en su clínica Neuro Spine & Pain Clinic, durante 2 semanas.
Decidí tomar la oportunidad de realizar esta rotación no solo debido a la importancia para mi conocimiento académico sobre las patologías neurológicas, sino porque al ya conocer previamente al doctor, había tenido la oportunidad de ver su manera de trabajar con los pacientes ingresados en el hospital donde realizo el resto de mis prácticas, Hospital H+ Los Cabos, en donde percibía el trato que él tenía con los pacientes, así como su pensamiento crítico y análisis clínico de los casos que llegaban.
Recuerdo las primeras veces que llegué a ver al doctor pasando visita con todo su equipo de trabajo y recuerdo sentirme intrigada por conocerlos a todos ya que se podía ver desde lejos la excelente relación que tenían como equipo y con los pacientes y como todos los pacientes estaban completamente agradecidos con ellos y satisfechos con el tratamiento dado, debido a esto, mi deseo por querer conocer un poco más su manera de trabajar, nació.
Así mismo la especialidad que él tiene, para mí, es una de las especialidades más complicadas de entender, de mayor conocimiento y más delicadeza. Recuerdo que en la escuela de medicina fueron de las materias que más trabajo me costaron, pero que al mismo tiempo más me intrigaban, y al ver al doctor diagnosticando, operando y tratando estas patologías, para mi fue muy admirable.
Debido a todo esto, le pregunté al doctor si me daba la oportunidad de rotar con él, a lo que aceptó sin dudarlo. El primer día que llegué a su clínica, me dio la bienvenida y me presentó con todo su equipo, quienes me recibieron con los brazos abiertos, me dieron un pequeño recorrido por la clínica y me explicaron un poco sobre su manera de trabajar, lo cuál me gustó mucho, empecé a ver más de cerca ese trabajo en equipo, lo cual no es muy común ver.
Posteriormente comencé a conocer a algunos de los pacientes y pude notar claramente la excelente relación que tienen en Neuro Spine con ellos, durante toda mi rotación no hubo ni un solo paciente que no le agradeciera al doctor y al equipo todo el trabajo que hicieron por ellos, lo que me encantó, porque es una meta que tengo como futura doctora, poder tener una relación así con mis pacientes y no sólo tratar su patología, sino conocerlos como personas, escuchar sus historias, apoyarlos en lo que pueda e interesarme por ellos, y hacerlos sentir seguros en mis manos, y honestamente a lo largo de mi carrera, nunca había visto que algún doctor lo lograra, y en la clínica de Neuro Spine tuve la oportunidad de ser testigo de esto, y me sirvió mucho como motivación para ser así.
Aparte del conocimiento sobre las patologías neurológicas y más de columna, que casi no nos enseñan en la carrera, y que pude aprender ya que el doctor me resolvía todas las dudas que tenía y me explicaba con paciencia y detenimiento, aprendí mucho sobre la relación médico-paciente y cómo es el trabajo en equipo, con todo el staff, con otros médicos de distintas especialidades y con los pacientes, cosa que en ninguna clase de la carrera te enseñan, esto es algo que sólo se aprende viviéndolo y afortunadamente tuve la oportunidad de hacerlo.
Otra parte de la rotación que me encantó, fue el entrar a cirugías con el doctor, nunca había tenido la oportunidad de estar en cirugías de columna y menos endoscópicas, hay muy pocos doctores que las realizan, por lo que es difícil tener la oportunidad de entrar a una de ellas, y afortunadamente pude asistir a algunas. Son cirugías impresionantes, con una mínima incisión, lo cual uno pensaría que no es posible, y tuve la oportunidad de poder asistir como primer ayudante al doctor, lo cual es muy valioso para mi conocimiento, ya que me sentí realmente involucrada en ellas y parte de, cosa que no pasa cuando uno solo ve la cirugía desde lejos o cuando te las enseñan en los salones de clase, y aprendí mucho, el doctor durante las cirugías me iba explicando lo que iba haciendo y lo que estábamos observando con el endoscopio, y así logré entender e integrar conocimiento teórico que ya tenía.
Recuerdo mucho ir a pasar visita con el doctor, con los pacientes de esas cirugías, y como les explicaba lo que realizó y todos le agradecían por cambiarles la vida, y recuerdo mucho sus respuestas a esos comentarios, ya que él siempre les comentaba que no solo había sido su trabajo, sino el de todo el equipo, y eso me gustó mucho, ya que pocas personas reconocen el trabajo de los demás y no se quedan con todo el crédito, y eso es algo muy admirable, porque no sólo cuida a los pacientes, sino a su equipo completo. El primer día platicando sobre los aparatos con los que cuentan en la clínica para realizar distintas terapias, el doctor me explicó y enseñó cómo funcionan, y debido a que yo tengo dolor crónico en una mano, me dio una terapia con esos aparatos y me sorprendió como todo el equipo se preocupó y me dieron consejos de ver a otros especialistas que son parte del equipo de la clínica, para que me ayuden a tratar mi dolor, y me hizo sentir más parte de, y sentir que se preocupan y no sólo soy una interna más rotando con ellos, esa parte también me gustó mucho.
En conclusión aprendí mucho en esta rotación, tanto conocimiento médico, como conocimiento sobre el trato humano, la relación médico-paciente y el trabajo en equipo. Si alguno de mis compañeros internos me preguntan si les recomendaría rotar con el doctor y en la clínica Neuro Spine, sin dudarlo les diría que sí, ya que me enseñaron cosas, que nadie me había enseñado, creo es una rotación muy valiosa y que vale mucho la pena.